– Tamaño grande, claramente distinguible de otros productos de su clase como sultanas o Corinto. Para preservar esta singularidad, en la presentación en grano se permite un máximo de 80 frutos por 100 gramos de producto.
– Color, negro violáceo uniforme, característico del secado natural al sol, frente al rojizo o coloraciones claras típico de vendimias tempranas o secado artificial.
– La forma, redondeada.
– El fruto puede presentar pedúnculo cuando el desgrane es manual.
– En las pasas persiste el sabor a moscatel propio de la uva de la que es originaria, que se ve reforzado por un intenso aroma retronasal.
– La acidez, en el grado descrito anteriormente, contribuye a un particular equilibrio ácido-dulce.
– Consistencia de la piel: dado que la pasa proviene de una baya que no ha recibido ningún tratamiento que degrade la piel, las pasas tienen una piel de consistencia media. Vinculado a su tamaño medio, al grado de humedad y Brix característicos, la pasa tiene un tacto elástico y flexible, y su pulpa resulta en boca carnosa y jugosa, sensaciones táctiles que ser contraponen a seco e inelástico esperables en los frutos desecados.
